La nota "Secretos en el
Sur. Polémica y millones en Santa Cruz", publicada por el diario La Nación
este domingo sintetiza la ideología conservadora más recalcitrante de nuestra
historia, arrastrada desde Bernardino Rivadavia, Bartolomé Mitre (fundador del
diario) y sus herederos en el siglo XX, ajustadores y exterminadores de pueblo,
industrias, federalismo real, ciencia y tecnología pueblocéntricas, desarrollo
económico autosuficiente y soberano.
Por Federico Bernal
La nota "Secretos en el Sur. Polémica y millones en
Santa Cruz", publicada por el diario La Nación este domingo sintetiza la
ideología conservadora más recalcitrante de nuestra historia, arrastrada desde
Bernardino Rivadavia, Bartolomé Mitre (fundador del diario) y sus herederos en
el siglo XX, ajustadores y exterminadores de pueblo, industrias, federalismo
real, ciencia y tecnología pueblocéntricas, desarrollo económico autosuficiente
y soberano. Hemos respondido desde nuestro Observatorio a las falacias técnicas
de la referida nota en el artículo "El caso de las represas en Santa Cruz
y una respuesta al diario La Nación" (OETEC - 28/06/15). En esta
oportunidad compartimos una reflexión sobre la patriotería barata del mitrismo
y el caso de la bandera china. Como es sabido, el nuevo atentado desinformativo
contra la estratégica alianza sino-argentina se acompañó de una foto de casi un
cuarto de página en la que se ven flamear cuatro banderas: la de la República Popular
China, la Argentina, la de Santa Cruz y la de la UOCRA. Reforzando el propósito
de la imagen, el artículo arranca de esta forma: "El Calafate. Una bandera
china ya flamea a 90 kilómetros de aquí, a la vera del río Santa Cruz".
Igual apelación hipócrita al nacionalismo de opereta sucedió durante el
programa de Lanata, el mismo domingo, aunque en relación a la estación terrena
china que se está construyendo en la provincia de Neuquén y a la que luego nos
referiremos.
Volviendo al diario La Nación y lo que este representa, creemos pertinente remarcar que quien se exaspera por una bandera "no argentina" en el predio de una obra que revolucionará la provincia de Santa Cruz -hablamos de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic-, es el mismo diario que escribe y opera para que la bandera de la colonia británica que hoy flamea en una de las cuatro subdivisiones de la provincia de Tierra del Fuego lo haga por los siglos de los siglos. Nos referimos por supuesto al Departamento Islas del Atlántico Sur, departamento al que pertenecen nuestras queridas Islas Malvinas.
Volviendo al diario La Nación y lo que este representa, creemos pertinente remarcar que quien se exaspera por una bandera "no argentina" en el predio de una obra que revolucionará la provincia de Santa Cruz -hablamos de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic-, es el mismo diario que escribe y opera para que la bandera de la colonia británica que hoy flamea en una de las cuatro subdivisiones de la provincia de Tierra del Fuego lo haga por los siglos de los siglos. Nos referimos por supuesto al Departamento Islas del Atlántico Sur, departamento al que pertenecen nuestras queridas Islas Malvinas.
LOS ABANDERADOS DE LA COLONIA BRITÁNICA. Quien lleva la
cuestión Malvinas en el matutino mitrista es Luis Alberto Romero. Podemos citar
muchísimas notas de su autoría, pero vamos con dos de las más emblemáticas. La
primera, publicada en febrero de 2012, año del 30 aniversario del conflicto
armado, lleva de título: "¿Son realmente nuestras las
Malvinas?".Estupefactos leemos: "Es cierto que la Argentina tiene
sobre Malvinas derechos legítimos para esgrimirlos en una mesa de negociaciones
con Gran Bretaña. Pero no son derechos absolutos e incuestionables. Se basan en
premisas no compartidas por todos". Acto seguido este historiador de la
Universidad de San Andrés afirma que "debemos enterarnos de que nuestras
ideas sobre la Plataforma Submarina y el Mar Epicontinental, que tan
convenientemente se extienden hasta incluirlas, no son compartidas por
muchos..." En segundo lugar, tenemos la nota ya más reciente publicada en
agosto del año pasado titulada "Entre la Vuelta de Obligado y los
Buitres". Las barbaridades son incontables; destacamos dos: "En
Malvinas, la Argentina reivindica discutibles (sic) razones históricas y
geográficas y a la vez desconoce los derechos de sus habitantes, los islanders
(sic)". El autor realiza luego una insólita parábola para jugar a favor de
los fondos buitre: "¿Quién puede asombrarse entonces de la manera como el
actual gobierno trata el asunto de los holdouts (sic)? Esta administración no
se caracteriza por negociar bien con los acreedores (sic)...". Se entiende
por "negociar bien con los acreedores" lo que la dirección editorial
(política) del matutino de Don Bartolomé, en consonancia con el candidato
presidencial del PRO y todo el arco opositor, ha tomado como bandera: acatar el
fallo de Griesa y pagarle a los extorsionadores de la American Task Force
Argentina (grupo de presión liderado por Paul Singer). Por si todavía quedara
algún lector dudando, sírvase el siguiente párrafo del mismo escrito: "En
el mundo real, los holdouts son el previsible resultado de las negociaciones de
2005 y 2010, que crearon la ocasión para obtener legalmente (sic) beneficios
extraordinarios. El Gobierno los descalifica por la ganancia desmedida que
obtendrán, como si fueran culpables de aprovechar una pelota que les quedó
picando en el área (sic)". ¿Subsiste alguna duda?
En suma y volviendo a Malvinas, la posición política del diario es la expresada por este señor, que es a su vez la posición de la potencia colonialista usurpadora. Y en materia de buitres igual: la posición política de Bartolomé Mitre es la que tan ferviente y patrióticamente manifiesta Romero sin tapujos, esto es, incondicional apoyo a los pobrecitos holdouts. Ahora bien, lo que en principio podría parecer una la ligazón caprichosa de Romero (vincular Malvinas-buitres) es en realidad una inteligente y fundamental relación, desde que los buitres figuran como accionistas en varias de las operadoras petroleras que exploran ilegal e ilegítimamente en busca de hidrocarburos alrededor de las Islas Malvinas.
En suma y volviendo a Malvinas, la posición política del diario es la expresada por este señor, que es a su vez la posición de la potencia colonialista usurpadora. Y en materia de buitres igual: la posición política de Bartolomé Mitre es la que tan ferviente y patrióticamente manifiesta Romero sin tapujos, esto es, incondicional apoyo a los pobrecitos holdouts. Ahora bien, lo que en principio podría parecer una la ligazón caprichosa de Romero (vincular Malvinas-buitres) es en realidad una inteligente y fundamental relación, desde que los buitres figuran como accionistas en varias de las operadoras petroleras que exploran ilegal e ilegítimamente en busca de hidrocarburos alrededor de las Islas Malvinas.
LAS
BANDERAS ARGENTINAS EN EL MUNDO. Enlacemos ahora lo expresado más arriba con la
nota del diario La Nación sobre las represas en Santa Cruz y su patriotismo de
cuarta, al buscar provocar sentimientos supuestamente nacionalistas entre los
santacruceños que ven flamear la bandera china en el predio de las obras. Con
argumentos pueriles, el diario La Nación, voz oficial de la fuerza política e
ideológica que opera para hacer flamear eternamente la bandera de los
"islanders" en Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur,
viene a correr ahora al gobierno nacional. El mismo diario que también opera
para que en el mástil en Plaza de Mayo flamee altiva la bandera de los buitres
(si es que tienen alguna), o lo que es igual, que se arríe para siempre nuestra
insignia patria, pues si hiciéramos caso a Mitre y Escribano y pagáramos a los
buitres lo que los buitres exigen, la República Argentina tal y como la
conocemos y recuperamos desde 2003 habrá quedado reducida a una republiqueta miserable,
a una semicolonia, semicolonia por la que tanto viene batallando nuestra
oligarquía desde el destierro de Mariano Moreno y el golpe de Estado de
Bernardino Rivadavia. Si lo que quieren es apelar al nacionalismo verdadero,
pacífico, sano y latinoamericanista del pueblo argentino, les recomendamos,
como oportunísimamente les recordó el ministro de Planificación Federal, tomar
nota de nuestra insignia pero flameando en Australia cuando construimos el
reactor OPAL, en la Guayana cuando lanzamos el satélite ARSAT-1, en Houston
cuando hicimos lo propio con el satélite SAC-D y en Venezuela con cada fábrica
de la industria metalmecánica nacional allí instalada, en una alianza que tanto
contribuye al desarrollo industrial de la bendecida (por ellos) Pampa Húmeda.
LANATA
Y LAS BASES ESPECIALES DE MENEM. Sobre el programa de Lanata dedicado a la
estación terrena china que está siendo construida en la provincia de Neuquén,
una breve reflexión. Contar con estaciones terrenas como la construida por la
Agencia Espacial Europea en Mendoza, inaugurada en diciembre de 2012, y la
referida en Neuquén otorga una invaluable oportunidad de participar en el
acceso a nuevas tecnologías, dispositivos y herramientas para la Comisión
Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), posibilitando además el desarrollo
de actividades de investigación del espacio profundo, de exploración
interplanetaria, observación astronómica y, en particular, la realización de
seguimiento y control de sondas espaciales que orbitan cuerpos celestes de nuestro
sistema Solar con su correspondiente adquisición de datos. Claro que para los
medios del menemismo del siglo XXI la única política "espacial" que
merece el pueblo argentino es la proveniente de la mentira y la tomadura de
pelo. Recordemos al respecto el anuncio del presidente de la década del '90,
tan celebrado y apoyado por Mitre y Magnetto, como fue la inminente
construcción de bases y naves espaciales que desde Córdoba nos proyectarían a
Japón en hora y media, así como "por supuesto los vuelos a otro planeta el
día que se detecte que en otro planeta también hay vida (¡sic!)" (diario
La Nación - 5/3/96). ¡Qué excelente imagen dábamos al mundo! ¡Nuestra bandera
no flameaba sino en los tachos de basura de la política internacional, la
cuestión Malvinas, el FMI y los colegas científicos del Primer Mundo que se nos
morían de risa en la cara!
El Doctor MacDonnell habla en el Ateneo Jauretche sobre como China ha
sido invadida atraves de su historia y como esto ha provocado su
ostracismo.
Aclaración: A pesar de la pluralidad y tolerancia del Ateneo, el Ateneo no necesariamente comulga con algunos conceptos o comentarios politicamente incorectos, que algunos de los participantes, pudieran hacer con respecto a la ideas que ahi se exponen para el debate.
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