13/9/15

RECORDANDO EL NEFASTO 6 DE SEPTIEMBRE DE 1930








 La historia es pasado, presente y futuro.


Se cumplió un nuevo aniversario de aquel nefasto 6 de Septiembre de 1930, en que fue derrocado Hipólito Yrigoyen.
Aquel gobierno que había expresado a partir de 1916, el avance de las clases medias incorporadas a la vida política, a través del sufragio secreto había formulado y llevado a la practica también una política exterior soberana y latinoamericanista, al tiempo que había facilitado la renovación educacional dando apoyó a la reforma universitaria.
Hacia 1930, ese radicalismo que nada tiene que ver con el de hoy, (salvo honrosas excepciones) intentaba sancionar la ley de nacionalización del petróleo y negociaba un convenio comercial con la Unión Soviética, cuando las fuerzas oligárquicas se conjugaron para arrinconarlo y voltearlo. El golpe del 30, tuvo “olor a petróleo”. Debemos recordar que junto a los generales fascistas, (Uriburu) se movían entre bambalinas los generales seudodemocráticos (Justo, entre otros) mas los hombres del nacionalismo reaccionario, como Carlos Ibarguren y Sánchez Sorondo, liberales oligárquicos como Leopoldo Melo al que se sumaba el viejo tronco Socialista como en la actualidad la historia se repite, a veces como drama y otras como tragedia.
Los defensores de la democracia en abstracto complotaban el funcionamiento de la autentica democracia, cuando esta se expresa a través de un caudillo popular, que toca sus privilegios económicos en detrimento de las mayorías populares lo derrocan.


Los argentinos parecen haber asumido hoy que “Nunca mas” han de producirse experiencias cívico-militares que reprimen al pueblo, destruyen el aparato productivo y endeudan al país en el exterior. Pero también esta llegando el momento de recapacitar y discutir acerca de que la democracia no se reduce a la discusión parlamentaria y las periódicas elecciones, sino a un autentico gobierno del pueblo y para el pueblo con democracia participativa, capaz de dar respuesta a los problemas sociales y económicos, defender nuestros recursos como país soberano e impulsarlos hacia una Argentina mas justa y solidaria. Yrigoyen fue, en nuestra historia, uno de los tantos que intento recorrer ese camino enfrentando “al régimen falaz y descreído”. ¿Pasa lo mismo hoy con ese Movimiento Nacional centenario?¿ Se doblo y se rompió. Por eso, su derrocamiento debe recordarse como una página negra de nuestra historia – ¿de que grieta me hablan los neoliberales? Si la vienen fomentando desde los orígenes mismos de nuestra nacionalidad.

Nelson R Coronel, para el Ateneo Arturo Jauretche

No hay comentarios:

Publicar un comentario