La historia es
pasado, presente y futuro.
El golpe cívico-militar
del 24 de marzo de 1976 fue asestado contra el gobierno que sin rumbo
encabezaba Isabel Perón cuando solo faltaban 8 meses para realizar elecciones
Nacionales que renovarían constitucionalmente los Poderes Ejecutivos y Legislativos
de la Nación y las provincias.
La muerte del Gral.
Perón había sumido al Peronismo y al gobierno popular en una profunda crisis de
la que ya no saldría, en ese momento abandonado por unos o tergiversado por
otros, solo en el 2003 con Néstor y Cristina volvió el Peronismo como Movimiento
Nacional a desplegar las grandes banderas de la liberación nacional, la
justicia social, la soberanía politica, la independencia económica y la
integración latinoamericana.
Vale recordar que
los meses previos al golpe, la Argentina se veía envuelta en un paro de entidades
agrarias, cuando no, la Sociedad Rural al frente, los grandes medios de desinformación
como hoy Clarín, La Nación y canales de televisión, y el poder económico, hoy
en el poder, con los gerentes de Cambiemos en los principales ministerios de la
nación. También fue triste el rol de los partidos políticos de entonces y de
todos los colores que llenaron de funcionarios los ministerios de la dictadura
procesista.
Así memorizamos que
la UCR de entonces, no la de Yrigoyen, Alem, Levensohn y el primer Alfonsín, sino
la de Morales, Sanz, Alfonsín hijo, Carrio, contribuyo con 300 intendentes,
embajadores como Tomas De Anchorena en Paris, H. Sola en Venezuela y
gobernadores como Castillo en Catamarca y Jorge Vanossi que fue asesor de la
C.A.L, Balbín que por aquellos días desde La Rioja expresaba “Videla es un
soldado de la democracia”. Los demócratas progresistas ocuparon el ministerio
de educación y la intendencia de Rosario. El partido socialista democrático le
dio embajadores como Américo Ghioldi en Portugal y Luis Pan y el PC que
catalogaban a Videla y Viola como militares “democráticos”. Debe haber algún
justicialista también, pero una golondrina no hace verano.
El objetivo central
-muerto Perón- era desmontar la legislación laboral, privatizar las empresas
del estado, abolir las conquistas sociales y la alta participación obrera y
popular en la distribución del ingreso nacional. Como hoy pretende Cambiemos
con sus políticas económicas, con los nuevos Martínez De Hoz del 2016.
Los 30000
compañeros desaparecidos en la última dictadura cívico- militar, los presos políticos,
los exiliados, los niños apropiados por los desaparecedores son solo una parte
de la historia de nuestro continente. Pero como siempre Bolívar, San Martín,
Manuel Ugarte, Perón, El Che, Chávez y Néstor volvieron a cabalgar estas
tierras irredentas y junto a miles y miles de hombres y mujeres tan simples
como nosotros, morirán por esta tierra en pos de la justicia y libertad. Hablar
del 24 hoy, no es recordar, sino tener memoria. Es saber que los que murieron,
murieron resistiendo al enemigo; murieron con un sueño posible entre las manos,
un sueño para nosotros y para nuestros hijos. Por eso decimos en medio de estos
vientos de tormenta que el único homenaje posible es el compromiso de los que
queremos una sociedad realmente justa, una sociedad realmente democrática, una
sociedad realmente libre soberana, realmente fraterna y solidaria.
Ateneo A.
Jauretche.
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