La historia es
pasado, presente y futuro: El abrazo de Kirchner y Chávez, revivió las ideas y
las acciones de San Martín y Bolívar.
Para este 17 de
Agosto, hablaremos del autentico San Martín, no el San Martín del bronce y la
historia mitrista, el era un general de la Patria Grande Latinoamericana –como Bolívar-
eran dos caras de una misma moneda, que lucho por su liberación y su
unificación, como asimismo por los derechos del pueblo, tal cual lo había
aprendido de la Revolución Francesa de 1789 y de la Revolución democrática
española de 1808 contra el absolutismo. Por eso también cuando esa revolución
española se hallaba casi derrotada, decide pasar al Río de la Plata. No lo hace
porque percibiera el llamado de su “Corrientes natal”, como aducen los
mitristas, sino para luchar por la misma Revolución democrática en America, revolución
que enfrenta, no a la España democrática, (por eso hay españoles en la Junta de
Mayo), sino al absolutismo español, es decir al mismo enemigo reaccionario, el
mundo viejo contra el cual él se ha manifestado en España, (la inquisición, la
jerarquía eclesiásticas, los nobles, sus privilegios, etc.).
En America entronca
con los revolucionarios democráticos, cuyo proyecto no es la Representación de
los Hacendados para entregarnos a Gran Bretaña, como pretende el mitrismo, sino
el plan de operaciones de Mariano Moreno y el programa de la Asamblea del año
XIII.
La Revolución para
San Martín no es meramente argentina, sino de la Patria Grande.
“Usted sabe que yo
no soy de ningún partido. Me equivoco, soy del Partido americano”, sostiene en
una carta y coloca todo su esfuerzo en la campaña libertadora hacia Chile y Perú.
Por esa razón arma un ejército argentino-chileno que cruza la cordillera, no
con la bandera argentina, sino con la bandera de los Andes. Y ello implica que
San Martín desobedezca la orden del Director Supremo para que abandone la
campaña libertadora y se dirija al litoral a aniquilar las montoneras. Por la
misma razón, la expedición al Perú se sostiene con financiación chilena y San Martín
se convierte en General chileno y peruano. Con posterioridad a
Guayaquil, San Martín mantiene su posición en defensa de la causa del pueblo
hispanoamericano. De allí su oposición a la política de Rivadavia, expresión de
los intereses de la burguesía comercial del puerto, aliada al capital ingles y
sus intereses. Este enfrentamiento lo conduce al destierro; y hallándose en
Londres, en 1825, después de un altercado personal con Rivadavia, sus amigos
apenas logran disuadirlo de su proyecto de retarlo a duelo. Esta posición,
similar a la adoptada respecto al Primer Triunvirato, influido también por
Rivadavia, prueba su antagonismo con los intereses británicos.
Asimismo las
denuncias en Europa, formuladas por San Martín al producirse en 1838 y 1845 las
agresiones a la Confederación por parte de Francia e Inglaterra, ratifican su
consecuente defensa de la soberanía.
“Lo que no puedo
concebir es que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan
al extranjero para humillar a su patria”. Esta frase, bien le cabria a muchos
políticos cipayos de la actualidad.
San Martín, es por
sobre todo, un hombre de la Patria Grande Latinoamericana, cuya lucha excede
largamente las historias estrechas de las Patrias chicas y solo resulta
compresible a la luz de una historia de la America Latina, Nación fragmentada
cuyo destino reside en su liberación y unificación.
Nelson Coronel para el Ateneo Arturo
Jauretche
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