Publicación pedida:
A los cipayos y malinches (se ruega
ver su significado) que hablan de la “Grieta”, que con sus periodistas de la
cadena del desanimo, y su poder comunicacional, nos quieren hacer creer que este
gobierno nacional es el inventor de la Grieta, cuando los hechos históricos son
objetivamente analizados e interpretados, dicen todo lo contrario. Les falta
memoria histórica, porque la historia es pasado, presente y futuro.
Ese día a las 12 horas 40 minutos, una
escuadrilla a cargo del capitán Noriega desciende sobre la casa de gobierno,
dejando caer una bomba de 100 kilos con el objetivo de matar a Perón. Fueron 28
bombarderos que arrojaron 100 bombas en menos de 3 horas de ataque, también lo
hicieron en la CGT y la biblioteca nacional.
En esos aviones iba el Dr. Miguel AZ Ortiz y
el capitán Osvaldo Cacciatore, más tarde fue intendente de Buenos Aires por la
dictadura cívico militar de 1976. El accionar de estos criminales fue y es
doblemente reprochable: porque bombardearon a miles de inocentes e intentaron
derrocar a un gobierno elegido democráticamente por el 70 % de la población,
los muertos fueron mas de 350 personas, todos inocentes trabajadores; les
recordamos a los habladores de la Grieta, que durante el primer gobierno
Peronista, entre 1946 y 1955 hubo un solo muerto y su victimario fue
severamente castigado.
Ahora hagamos un poco de historia y repasemos
que paso desde los albores de nuestra patria, hechos que también se pueden
extender a toda la Patria Grande.
Las
clases dominantes “argentinas” decía el intelectual Aníbal Ford, “tienen una
fuerte propensión al asesinato” y esa propensión les viene desde el fondo de
nuestra historia.
Los gauchos retobados de las grandes fincas
del norte suelen morir a manos del “familiar”, un misterioso demonio que sirve
a las grandes familias de la “gente decente” y encuentra su origen en la
encomienda colonial”
Durante la lucha de Buenos Aires contra el gauchaje antigüista y federal
, los comandantes unitarios inventaban la tortura del “enchalecamiento” para
asesinar prisioneros indefensos. Desde entonces un torrente de tortura y sangre
popular fluye de cada intervención porteña en el interior del país, durante 70
largos años.
A
principios de la década de 1860, Sarmiento recomendaba a Mitre y viceversa, no
ahorrar sangre de gauchos. El prócer porteño que hoy lo representa el diario La
Nación cumplió con creces: al término de su presidencia según el senador
liberal santafesino Nicasio Oroño, había acumulado casi 5000 muertos. Esto no incluía
a los caídos en la Guerra del Paraguay. Recordemos que el Chacho Peñaloza, les
expresa a los mitristas, luego de una batalla al devolverle los prisioneros: “como
yo que soy la barbarie les entrego los prisioneros sanos y salvos y ustedes que
son la civilización me lo entregan degollados”.
El
bombardeo del 16 de Junio de 1955 es un hito fundamental en esta lista de
masacres inocentes. Con las bombas y las metrallas de los sediciosos del 16 de
Junio se inaugura un nuevo periodo de violencia oligárquica sistemática en la historia
Argentina. El ascenso de violencia llegara a su punto máximo con el Proceso cívico-militar
del 24 de Marzo de 1976 con sus 30.000 desaparecidos, miles de exiliados y
presos políticos, pero todos sus componentes estaban ya sobre la mesa en el
mismo momento en que un aviador argentino descargo balas y bombas desde el
cielo sobre compatriotas indefensos en las calles de la ciudad.
Y que decir de hoy, que el poder comunicacional
tiene expresiones de gran bajeza, sobre la presidenta de los argentinos,
expresiones que todos conocen…
Dr. Nelson Coronel para el Ateneo Arturo Jauretche
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