Publicación pedida:
Noam Chomsky en el Foro Internacional por la Emancipación y la Justicia que termino en el Teatro Cervantes
El intelectual
estadounidense, una de las figuras más convocantes de la jornada, tuvo
definiciones tajantes sobre la región y alertó sobre los peligros inminentes
que representan las armas nucleares y los problemas ecológicos.
Naom Chomsky,
quien fuera el padre de la gramática generativa, famoso entre los estudiantes
del MIT y de todo el mundo por sus intrincadas formaciones arborescentes con
que explicaba la estructura profunda de una frase, hace tiempo que brilla con
el mismo esplendor en el mundo del análisis político. A las seis de la tarde,
luego del acto de apertura y de la primera mesa de debate, llegó el momento de
su conferencia magistral, la única que tendrá lugar durante el Foro que cierra
el sábado. Sin dudas, fue una de las figuras más esperadas por el público
asistente. Fue presentado por su editor Anthony Arnove quien destacó la
vigencia de sus libros señalando que "ningún escritor de los últimos
tiempos ha hecho tanto por documentar los crímenes de los Estados Unidos y
expandir los horizontes de la emancipación y la igualdad como lo hizo Noam
Chomsky".
El discurso del profesor del MIT que se destacó por la brillantez, la precisión y la vitalidad, puede sintetizarse como un llamamiento al desarme ante lo que considera las grandes amenazas de este tiempo: la guerra nuclear y la posibilidad cierta de una catástrofe ambiental que el capital mundial se niega a considerar seriamente. Aseguró además que Estados Unidos atraviesa una crisis muy seria y que depende de las personas si el sistema capitalista se va por el precipicio o logra recuperarse.
Sus afirmaciones fueron tajantes: "Quisiera mencionar uno de los desarrollos más espectaculares de este período que se produjo en América Latina. Por primera vez en 500 años, América Latina ha dado pasos significativos hacia la liberación del dominio imperial. Estos son desarrollos de un significado histórico muy profundo", y agregó: "Esto incluye pasos hacia la integración significativos y hacia el enfrentamiento a problemas internos extremadamente graves, que habían impedido el crecimiento saludable de lo que debería ser una de las regiones más dinámicas y prosperas del mundo". En este punto hizo una comparación con la forma en que llegó su país, Estados Unidos a las conferencias occidentales hemisféricas de Chapultepec, México, de febrero de 1945, y de Cartagena, Colombia de abril de 2012. "Estas convocatorias fueron radicalmente distintas de manera que indican de manera elocuente cuál es la evolución de los asuntos mundiales".
"En 1945 –explicó– los Estados Unidos estaban en una posición de fuerza abrumadora sin precedentes en la historia", pero de entonces hasta ahora las cosas han cambiado de manera significativa. "El resultado de la cumbre de Cartagena está bien resumido en un titular de un diario jamaiquino, que dice 'la cumbre demuestra cuánto ha decaído la influencia yankee'".
"La conferencia (la Sexta Cumbre de las Américas) no pudo llegar a decisiones por consenso porque los Estados Unidos y Canadá estaban aislados en la mayoría de los principales temas, uno era la incorporación de Cuba en la organización y el otro los pasos para revertir la guerra antinarcóticos de los Estados Unidos. Había un tercer tema, el pedido de apoyo de la Argentina por el conflicto de Malvinas y nuevamente los Estados Unidos y Canadá estaban solos en la posición, todo esto era inimaginable hace unos pocos años", ejemplificó para enfatizar la magnitud de los cambios generados.
"El aislamiento de Estados Unidos y Canadá queda aún más marcado por la formación de agrupamientos como la Unasur y la Celac", afirmó Chomsky, quien aseguró: "Los pasos recientes de el presidente Barack Obama hacia la normalización de las relaciones con Cuba se ven impulsadas por un esfuerzo para impedir el aislamiento total de lo que solía ser nuestra región".
Al cierre de su ponencia, Chomsky no dudó en hacer una afirmación apocalíptica: "La especie humana está al borde del precipicio, peligrosamente cerca del suicidio virtual, hay dos sombras oscuras que se ciernen sobre todo lo que nosotros discutimos, la guerra nuclear y la catástrofe ambiental". Y en este punto señaló que los Estados Unidos parece no advertirlo en la medida en que anunció un plan por 1 billón de dólares para modernizar su armamento nuclear, cuando la forma de terminar con esta amenaza sería el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. «
El discurso del profesor del MIT que se destacó por la brillantez, la precisión y la vitalidad, puede sintetizarse como un llamamiento al desarme ante lo que considera las grandes amenazas de este tiempo: la guerra nuclear y la posibilidad cierta de una catástrofe ambiental que el capital mundial se niega a considerar seriamente. Aseguró además que Estados Unidos atraviesa una crisis muy seria y que depende de las personas si el sistema capitalista se va por el precipicio o logra recuperarse.
Sus afirmaciones fueron tajantes: "Quisiera mencionar uno de los desarrollos más espectaculares de este período que se produjo en América Latina. Por primera vez en 500 años, América Latina ha dado pasos significativos hacia la liberación del dominio imperial. Estos son desarrollos de un significado histórico muy profundo", y agregó: "Esto incluye pasos hacia la integración significativos y hacia el enfrentamiento a problemas internos extremadamente graves, que habían impedido el crecimiento saludable de lo que debería ser una de las regiones más dinámicas y prosperas del mundo". En este punto hizo una comparación con la forma en que llegó su país, Estados Unidos a las conferencias occidentales hemisféricas de Chapultepec, México, de febrero de 1945, y de Cartagena, Colombia de abril de 2012. "Estas convocatorias fueron radicalmente distintas de manera que indican de manera elocuente cuál es la evolución de los asuntos mundiales".
"En 1945 –explicó– los Estados Unidos estaban en una posición de fuerza abrumadora sin precedentes en la historia", pero de entonces hasta ahora las cosas han cambiado de manera significativa. "El resultado de la cumbre de Cartagena está bien resumido en un titular de un diario jamaiquino, que dice 'la cumbre demuestra cuánto ha decaído la influencia yankee'".
"La conferencia (la Sexta Cumbre de las Américas) no pudo llegar a decisiones por consenso porque los Estados Unidos y Canadá estaban aislados en la mayoría de los principales temas, uno era la incorporación de Cuba en la organización y el otro los pasos para revertir la guerra antinarcóticos de los Estados Unidos. Había un tercer tema, el pedido de apoyo de la Argentina por el conflicto de Malvinas y nuevamente los Estados Unidos y Canadá estaban solos en la posición, todo esto era inimaginable hace unos pocos años", ejemplificó para enfatizar la magnitud de los cambios generados.
"El aislamiento de Estados Unidos y Canadá queda aún más marcado por la formación de agrupamientos como la Unasur y la Celac", afirmó Chomsky, quien aseguró: "Los pasos recientes de el presidente Barack Obama hacia la normalización de las relaciones con Cuba se ven impulsadas por un esfuerzo para impedir el aislamiento total de lo que solía ser nuestra región".
Al cierre de su ponencia, Chomsky no dudó en hacer una afirmación apocalíptica: "La especie humana está al borde del precipicio, peligrosamente cerca del suicidio virtual, hay dos sombras oscuras que se ciernen sobre todo lo que nosotros discutimos, la guerra nuclear y la catástrofe ambiental". Y en este punto señaló que los Estados Unidos parece no advertirlo en la medida en que anunció un plan por 1 billón de dólares para modernizar su armamento nuclear, cuando la forma de terminar con esta amenaza sería el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. «
Fuente: Diario
Tiempo Argentino, para el Ateneo A. Jauretche.
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